los vehementes edificios forman sombras tetricas sobre los montes erosionados
las personas se esconden cual ratones en su agujero
cual topos en su madrigueras,
huyendo de la luz, del aire putrido, del smog de la ciudad
Nadie marca las calles como suyas,
nadie se adueña del territorio que deberia pertenecerle
todos huyen despavoridos
como si estuviesen cerca del holocausto final
temiendo un destino que a todos llegara por igual
pero nadie desea aceptar.
El fin ultimo, majestuoso
la muerte fisica, pues la muerte de esencia jamas llegara
somos entes corporeos cuya masa es polvo y al polvo volvera.
somos carne y sangre, sangre real y no precisamente azul
dejamos huella a diario en otros y los demas en nosotros
pero a la vez somos seres etereos
cuya existencia es eterna y no pasa desapercibida.
seres de luz en un mundo de oscuridad
que proyectan e irradian sus luminosas caracteristicas
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